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El Centro de Patrones y el SOMU se declaran en libertad de acción y en alerta permanente en el sector de Lanchas de Escuelas en Villa Paranacito

La máxima conducción del Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítima de la República Argentina junto al Sindicato de Obreros Marítimos Unidos decidieron declararse  en «libertad de acción y estado de alerta permanente» ante la falta de respuesta del Ministerio de Transporte de la Nación y del gobierno de la provincia de Entre Ríos a sus reclamos sociolaborales. El Centro de Patrones y el Somu exigen que sus afiliados sean considerados MARINOS MERCANTES.

 

Desde el sindicato que lidera el capitán fluvial Julio González Insfrán exigieron ser considerados y reconocidos «como MARINOS MERCANTES» y no como empleados de maestranza ya sea municipal y/o educativo provincial como ocurre en la actualidad.

Esta decisión del gobierno de la provincia de Entre Ríos, a través del Consejo General de Educación (CGE) no solo vulnera los derechos laborales de estos trabajadores fluviales entrerrianos sino que, además, atentan contra la seguridad de la navegación y de los pasajeros transportados – alumnos,  personal docentes y no decente – por estas lanchas que realizan el trayecto entre escuelas provinciales ubicadas en la zona de islas.

Uno de los errores de fondo – político y administrativo – que asumen desde el CGE es considerar que Patrones Fluviales y Marineros, que ya poseen a nivel nacional su propio Convenio Colectivo de Trabajo (CCT) para esta actividad de navegación comercial -, sean considerados y tenidos en cuenta, en razón de lo que estas embarcaciones comerciales transportan – alumnos y docentes – y no de la actividad específica que realizan. Por lo que abonan el sueldo de este personal embarcado  según la escala municipal y no de acuerdo a lo que establece el respectivo CCT.

Desde el gobierno de la provincia de Entre Ríos consideran que al transportarse a bordo de estas lanchas a alumnos y personal docente, se les debería tener que pagar a estos trabajadores fluviales entrerrianos sus sueldos como empleados municipales. Este  es el eje del conflicto laboral que vulnera seriamente los derechos sociolaborales de estos trabajadores fluviales entrerrianos.

Siguiendo esta lógica erronea, los dirigentes sindicales del Centro de Patrones invitaron a pensar y a razonar a través de un ejemplo práctico a las autoridades políticas de Entre Ríos: en el caso de las embarcaciones que transportan hacienda, ¿a esos trabajadores fluviales, se les tendría que pagar según el CCT de lanchas de Patrones y SOMU para el transporte de cargas o como peón rural, según el CCT de la UATRE?

Otro de los puntos en conflicto y no menos importantes, se refiere a la Seguridad de la Navegación tanto de la embarcación, propiamente dicha, como de las personas transportadas a bordo de estas lanchas que llevan alumnos y personal docente, navegando en esa zona del delta entrerriano.

El problema de fondo es que las condiciones de seguridad de la navegación de estas embarcaciones estarían siendo precarias.

Y aquí surge otro interrogante que señalan off the record desde la dirigencia sindical: «Si llegara a producirse un acaecimiento de la navegación con estas embarcaciones puestas al servicio del estado entrerriano, a la primera y única persona que la Prefectura Naval Argentina convocaría a declarar como único responsable en la causa penal que se instruya ante la Justicia Federal, será a quien la Ley de la Navegación señala a estos efectos como responsable: el Capitán – Patrón de la embarcación siniestrada«. Surgiendo la lógica y justa pregunta: ¿por qué el capitán salió a navegar si las condiciones de la embarcación no era las adecuadas? pero nadie señala las presiones a las que son sometidos los trabajadores fluviales por parte de la patronal para salir a navegar de cualquier forma.

La actividad navegatoria es considerada por la propia Ley de la Navegación, como una «aventura marítima», sujeto a riesgos y en la que los tripulantes – en este caso trabajadores fluviales – se les paga su sueldo no solo por la responsabilidad de lo que transportan – ya sean bienes o personas – sino que también por la embarcación que les toca conducir para llegar a buen puerto; esa es otra de las razones por las que tienen su propio CCT.

Finalmente, más allá de las cuestiones  en conflicto, en la última reunión celebrada en Villa Paranacito en setiembre último, ante la desaprensiva decisión gubernamental de negarles sus derechos laborales; un Patrón Fluvial señaló amargamente : «qué rara forma de hacer peronismo tienen estos funcionarios del gobierno de Entre Ríos«.