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“Hoy están dadas las condiciones internacionales para que la flota de bandera Argentina vuelva a navegar las hidrovías»

El dirigente peronista, Jorge Sittoni, señaló que la Argentina «se encuentra ante la oportunidad histórica de relanzar la marina mercante nacional fluvial». Para ello propone que se lleve adelante la «socialización de la riqueza» y se implementen políticas públicas heterodoxas porque el efecto de tal renacimiento se hará notar desde el punto de vista social: «hay que poner la economía al servicio de la gente«.

 

«La necesidad de transportar la gran cosecha de soja que se levantará en nuestra región y zona de influencia, Bolivia, Paraguay y Argentina, podrian ser no solo un ingreso de divisas para los países productores sino que además, constituye una oportunidad de que se produzca el renacimiento de la Marina Mercante Fluvial Argentina.

No hay que perder de vista que éstas son las condiciones que nos brindará un futuro cercano y promisorio, de grandes cosechas de granos que tendrán como destino China e India, los dos países que mayor aumento de población tendrán en los próximos 30 años, sumado a eso que la calidad de vida de esos países va en aumento, lo que redundará en un mayor consumo de proteínas animales, o sea cría de cerdo, pollos y vacas, que necesitan granos para elaborar sus alimentos balanceados, por todo esto es que las condiciones de desarrollo para el transporte fluvial son óptimas, con un futuro de riqueza y continuidad por muchos años.

El gobierno nacional, junto con los gremios fluvio portuarios y los empresarios del sector no pueden dejar pasar esta gran oportunidad, porque las ventajas derivarán del aprovechamiento comercial de las hidrovias, lo que no es un tema menor.

Producciones mejoradas, progreso de las ciudades cercanas a los puertos, desarrollo de nuevas tecnologías para poner al servicio de la producción y las cargas, la necesidad de creación de puestos de trabajo genuino, que generen mano de obra bien remunerada, harán que la cadena de prosperidad se ponga en movimiento; el efecto se hará notar, desde el punto vista social, en todas las ciudades que estén dentro de la órbita de influencia de la actividad fluvio portuaria.

Para que este circulo virtuoso se haga realidad es necesario aportar desde el estado las herramientas necesarias para que dicho desarrollo sea fecundo. Entre las que se deberían implementar, no pueden faltar las siguientes:

1- incentivos necesarios en cuanto a tasas de embarque subsidiadas.

2- combustibles sin impuestos.

3- régimen de importación privilegiado para remolcadores y barcazas.

4- régimen laboral excepcional para los trabajadores del sector, que evite los efectos perniciosos del “dumping social fluvial”.

5- créditos blandos a tasas internacionales, para equipamientos.

6- puertos modernos y operativos.

7- funcionarios con gestión inmediata.

8- mantenimiento permanente de las hidrovías.

Esto permitirá tener en la hidrovía del Paraná Paraguay , en la del Río Uruguay y en la del Alto Paraná, remolcadores de bandera nacional, volviendo otra vez a operar, ubicando a la Argentina como un actor fundamental y no solo un mero observador que mira cómo Paraguay, Bolivia y algunos otros actores se hacen de grandes flotas que monopolizan el transporte.

Una política agresiva de generación de cargas fluviales:

Las cargas están, solo hay que generar las condiciones para que sean transportadas por empresas de bandera nacional, para eso como dije anteriormente, hay que agudizar el ingenio, por ejemplo, una alternativa que propongo, es que aquellos productores que cosechen hasta 700 tn de soja por año, embarquen en remolcadores argentinos, por qué tomarían esa decisión??, porque el gobierno argentino les debería ofrecer a cambio la reducción de las retenciones a la exportación.

El beneficio es inmediato porque se obtendrá un mayor y mejor rédito si se reactivara la actividad fluvial, que cobrando retenciones a esos pequeños productores; además se dotará de verdadera competitividad a la economías regionales y a los pueblos que en ellas viven.

Debemos socializar la riqueza y poner la política y la economía al servicio de la gente, por ello, si beneficiamos a los pequeños productores habremos logrado el gran objetivo, poner a la Argentina de pié.

Los ríos son generadores de riqueza y oportunidades para los pueblos que cuentan con ellos, Argentina posee tres hidrovías maravillosas, no dejemos pasar la oportunidad de aprovecharlas.

Algo está claro, el mundo asiático se proveerá de la producción de granos provenientes del epicentro productivo enclavado en el Mercado Común del Sur, por eso debemos prepararnos con la logística de transporte para hacer frente a ese gran negocio que tenemos por delante.

Éste es el comienzo de la gran necesidad que tendrá la actividad fluvial de desarrollarse, no dejemos pasar la oportunidad, hagamos desde la función pública todo lo que sea necesario para que este proyecto de prosperidad se haga realidad».